19 DE MARZO


Quizás no nos hayamos parado a pensar cómo de algo tan pequeño como una semilla puede nacer algo tan maravilloso como una pequeña planta con la flor más colorida y el olor más embriagador o incluso un majestuoso árbol con ricos frutos. De algo tan pequeño como una semilla puede crecer un gran campo de trigo. Pero lo que quizás nos sepamos es que esa pequeña semilla ha tenido que “sacrificarse” y secarse para dar fruto. En definitiva una nueva vida. Eso mismo nos adelanta Jesús en el evangelio. Su sacrificio va a dar VIDA.

Adaptación : Jn 12, 20-33
Mucha gente iba conociendo a Jesús. Y querían acercarse a él. Incluso los que no eran judíos. Así que les pedían a los amigos de Jesús que a ver i les buscaban un hueco para acercarse a charlar con él. Ellos estaban muy contentos de ver que Jesús era aceptado, y que la gente le quería. Pero Jesús se dio cuenta de que se estaban equivocando, porque solo valoraban la fama, el éxito y los aplausos; así que les puso un ejemplo:
“Mirad, cuando queremos que crezca una planta, primero plantamos una semilla, que tiene que dar fruto. Al principio la semilla queda enterrada, y nadie la ve, ni siquiera se dan cuenta de que está ahí. Y solo mucho después empieza a crecer y a asomar la planta y el fruto.  Pues con el Reino de Dios pasa lo mismo. Hay muchas cosas que no se ven, y no se aplauden. El amor, muchas veces, es humilde y no va por ahí presumiendo. Y la persona generosa no recibe inmediatamente la paga por lo que da. Y yo también tendré que pasar por el silencio y el rechazo, aunque ahora no lo penséis.
Ellos estaban sorprendidos, y no terminaban de entender todo lo que Jesús les decía.


REFLEXIÓN
Es difícil entender que para dar vida alguien tenga que morir. Parece que nos quedamos siempre con lo negativo, con la muerte. Pero ¡no!, Jesús nos anuncia más vida que nunca gracias a su sacrificio. Y nos podemos preguntar, ¿y qué puedo hacer yo?, ¿cómo me puedo “sacrificar”?. Pues quizás la respuesta está más cerca de lo que pensamos, en nuestros seres queridos, en nuestros amigos, en alguien que
lo esté pasando mal. Si entregas lo mejor de ti, como hizo Jesús, encontrarás mucho más de lo que esperabas y te sentirás lleno de vida. ¿Te atreves a RECREAR tu vida?.


ORACIÓN
Hoy Señor, me doy cuenta que no he
aprovechado el tiempo todo
lo bien que hubiese podido.
A veces he estado demasiado
ocupado en mis propias cosas,
Otras veces algo despistado.
Otras, liado con mis amigos.
En el fondo, sin darme cuenta
De lo verdaderamente importante.
En el día de hoy te pido fuerzas
para cambiar el sentido
de las agujas de mi reloj,
que me de cuenta de que
lo que has hecho por mí
y del papel que tienes en mi vida.
Quiero ir muriendo a mis fallos, penas,
egoísmos para que nazca en mí
un corazón que se entregue a los demás
igual que el tuyo lo hace por mí.

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